Este se desarrollada en la plaza de Rancagua en los días 1 y 2 de octubre de 1814. Los contendientes eran las fuerzas patriotas, al mando del general y brigadier Bernardo O’Higgins, y el ejército realista al mando de Mariano Osorio, quien había llegado del Perú a reforzar las fuerzas de Gabino Gaínza, después de firmado el Tratado de Lircay.
El Desastre de Rancagua marca el fin de los primeros proyectos por la independencia de Chile.
A mediados de 1814, el Virrey Abascal, desconociendo el Tratado de Lircay ordena una nueva expedición militar a Chile, con el fin de reconquistar el país para la corona española. Esa expedición al mando del General Mariano Osorio llega a Chile a fines de agosto y, en una reedición del plan del general Gabino Gaínza decide atacar rápida y directamente Santiago de Chile a fin de aplastar las ideas independentistas.
Mientras tanto, las fuerzas chilenas se encontraban disminuidas y divididas. Después de la firma del Tratado de Lircay, muchos regimientos habían sido desbandados y los milicianos habían retornado a sus hogares.
Aún más, debido al golpe militar de José Miguel Carrera en julio de 1814, el ejército se encontraba dividido entre las fuerzas que seguían al gobierno militar, bajo el mando de Luis Carrera, y las que buscaban la restauración del gobierno civil, al mando de Bernardo O'Higgins. El país se encontraba al borde de la guerra civil, dado que los ejércitos se enfrentaban cerca de Santiago, y los primeros golpes ya habían tenido lugar (Combate de las Tres Acequias).
El 30 de septiembre salió Carrera de Santiago, llegando a San Francisco de Mostazal, deteniéndose en este lugar "a unas 5 leguas" de Rancagua. Aquí conferenció con O'Higgins sobre la actitud a adoptar. Siguiendo el plan propuesto por éste, las divisiones de él y de Carrera se atrincheraron en la plaza, quedando una parte del ejército patriota acampado “a dos leguas" de Rancagua. Este grupo estaba al mando de José Miguel Carrera.
O'Higgins logra resistir durante dos días, hasta que pudieron romper el cerco y huir. Durante el fragor de la batalla, Bernardo O'Higgins dijo nuevamente la frase que había acuñado meses antes en la batalla de El Roble: O vivir con honor o morir con gloria, a las tropas.
Algunos datos de la batalla:
- O'Higgins contaba con entre 500 y 900 soldados y 6 cañones.
- Osorio contaba con 4.500 soldados y 18 cañones, más de cuatro veces las fuerzas de O'Higgins.
- Osorio decidió recurrir a incendiar las casas del centro y a abrirse paso a través de sus muros. El combate continuó, muchas veces mano a mano y casa por casa.
- La batalla duro 36 hrs continuas.
El Desastre de Rancagua marca el fin de los primeros proyectos por la independencia de Chile.
A mediados de 1814, el Virrey Abascal, desconociendo el Tratado de Lircay ordena una nueva expedición militar a Chile, con el fin de reconquistar el país para la corona española. Esa expedición al mando del General Mariano Osorio llega a Chile a fines de agosto y, en una reedición del plan del general Gabino Gaínza decide atacar rápida y directamente Santiago de Chile a fin de aplastar las ideas independentistas.
Mientras tanto, las fuerzas chilenas se encontraban disminuidas y divididas. Después de la firma del Tratado de Lircay, muchos regimientos habían sido desbandados y los milicianos habían retornado a sus hogares.
Aún más, debido al golpe militar de José Miguel Carrera en julio de 1814, el ejército se encontraba dividido entre las fuerzas que seguían al gobierno militar, bajo el mando de Luis Carrera, y las que buscaban la restauración del gobierno civil, al mando de Bernardo O'Higgins. El país se encontraba al borde de la guerra civil, dado que los ejércitos se enfrentaban cerca de Santiago, y los primeros golpes ya habían tenido lugar (Combate de las Tres Acequias).
El 30 de septiembre salió Carrera de Santiago, llegando a San Francisco de Mostazal, deteniéndose en este lugar "a unas 5 leguas" de Rancagua. Aquí conferenció con O'Higgins sobre la actitud a adoptar. Siguiendo el plan propuesto por éste, las divisiones de él y de Carrera se atrincheraron en la plaza, quedando una parte del ejército patriota acampado “a dos leguas" de Rancagua. Este grupo estaba al mando de José Miguel Carrera.
O'Higgins logra resistir durante dos días, hasta que pudieron romper el cerco y huir. Durante el fragor de la batalla, Bernardo O'Higgins dijo nuevamente la frase que había acuñado meses antes en la batalla de El Roble: O vivir con honor o morir con gloria, a las tropas.
Algunos datos de la batalla:
- O'Higgins contaba con entre 500 y 900 soldados y 6 cañones.
- Osorio contaba con 4.500 soldados y 18 cañones, más de cuatro veces las fuerzas de O'Higgins.
- Osorio decidió recurrir a incendiar las casas del centro y a abrirse paso a través de sus muros. El combate continuó, muchas veces mano a mano y casa por casa.
- La batalla duro 36 hrs continuas.
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